Читать онлайн книгу "El Conde De Earlmore"

El Conde De Earlmore
Amanda Siemen


Las navidades nunca han sido más siniestras…¿Tendrá Blake alguna oportunidad contra su entrometida hermana, el muérdago y la magia de la navidad? Las navidades nunca han sido más siniestras… El Conde de Edgemore, Blake Fox, hace lo que le place y ni se le pasaría por la cabeza el disculparse por ello. Su hermana es su única debilidad. Ladi Minerva. Poco sabe el sobre que, la muy pícara ,tiene por objetivo el encontrarle pareja y la navidad ofrece la oportunidad perfecta para ello. ¿Tendrá Blake alguna oportunidad contra su entrometida hermana, el muérdago y la magia de la navidad?





Amanda Mariel

El Conde De Earlmore




EL CONDE DE EARLMORE




AMANDA MARIEL



Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginaciГіn de la autora o se usan de manera ficticia




Copyright В© 2020 Amanda Mariel


Todos los derechos reservados




Ninguna parte de este libro puede reproducirse, almacenarse en un sistema de recuperaciГіn, o transmitirse de ninguna forma o por ningГєn medio, electrГіnico, mecГЎnico, fotocopiado, grabaciГіn o de otra manera, sin el permiso del editor




Publicado por Tektime




TRADUCIDO POR


JORGE ALBERTO IGLESIAS JIMENEZ



TГЌTULOS DE AMANDA MARIEL




Planes escandalosos


RedenciГіn escandalosa


El EscГЎndalo de la Solitaria


Aventura Escandalosa


Encantada por el Conde


Cautiva Del CapitГЎn


AtraГ­do por Lady Elianna


Georgina, segundo libro de la serie El credo de la dama arquera


Josephine, segundo libro de la serie El credo de la dama arquera


Su Perfecto BribГіn


Una cita bajo la luna


Un beso encantador


Una Navidad Retorcida


Conde de Grayson


CГіmo besar a un canalla


Para mi marido- tu eres mi pГ­caro reformado favorito. ВЎTe quiero!







AVANT-PROPOS


Las navidades nunca habían sido más pícaras…

El conde de Edgemore, Blake Fox, hace lo que le viene en gana y no piensa disculparse por ello. Su Гєnico punto dГ©bil es su hermana, Lady Minerva. Poco sabe el lo que la descarada ha ideado en su cabeza y la navidad ofrece la oportunidad perfecta.

ВїTiene Blake alguna posibilidad contra su entrometida hermana, el muГ©rdago y la magia de la navidad?




CAPГЌTULO 1




Inglaterra 1816


“Bullocks”, Carstine Greer maldijo por los bajini por haberse torcido el tobillo. Ella se dejo caer al suelo congelado a un lado de la carretera e inhalo profundamente por el dolor que sentía. Alcanzado a coger el bajo de su vestido ella empezó a arremangarlo para inspeccionar la herida.

“Au” ella bufaba mientras trataba de liberar el pie de los confines de su bota. Cada movimiento le mandaba sacudidas de tremendo dolor desde el tobillo hasta la pierna. Ella miró al camino escarchado culpable de su miseria. Colocando su bota a un lado, Carstine pasó los dedos por la piel hinchada de su tobillo. A pesar del dolor ella sabía que continuaría. Carstine se forzó a si misma a mover los dedos del pie y a flexionarlo.

Menos mal que no se lo habГ­a roto pero le dolГ­a muchГ­simo. Se habГ­a hecho un esguince muy serio, eso seguro.

Ella estaba segura de que esto no le hubiera pasado si sus padres le hubieran permitido quedarse en Escocia.

ВїPor quГ© madre habГ­a tenido que insistir tanto en que Carstine viniera a Inglaterra? A ella le daba igual la sociedad inglesa, ni tenГ­a ninguna prisa por casarse. No estaba en contra de buscar marido, pero no veГ­a ninguna razГіn por la que ella no pudiera hacer eso en las tierras altas. Un bravo escoces serГ­a lo mejor, pensГі ella, mientras se ponГ­a la bota de nuevo con cuidado.

El ruido de pisadas de caballos la sacГі de su miseria y ella mirГі a la carretera cubierta de nieve. Un jinete esta galopando hacia ella a toda velocidad. Ella puedo echar un vistazo al hombre mientras pasaba por su lado, la cola de chaqueta ondeaba al viento, antes de detener su montura y girarse hacia ella.

Carstine se quedГі observando al jinete descaradamente mientras el jinete se acercaba hacia ella. El era alto y se le notaba que era musculoso y de hombros anchos bajo su chaqueta, tenГ­a una fuerte mandГ­bula y unos bonitos ojos azules bajo unas espesas pestaГ±as. El hombre estaba sentado expertamente a lomos de un caballo enorme de color marrГіn. Un bonito espГ©cimen, ambos el caballo y su jinete.

Carstine esbozГі una ligera sonrisa y asintiГі al extraГ±o con la mirada.

El hombre también asintió como respuesta llamando la atención sobre su tobillo. Sus cejas se arrugaron mientras la inspeccionaba. “Estas herida”.

“Si”, asintió ella y gimió mientras terminaba de ponerse la bota. “Resbalé en el hielo. Debe de ser un esguince, nada serio”

El hombre desmontó. Caminó hacia ella con decididas zancadas. “¿Me deja llevarla a su casa?”

Carstine sacudió la cabeza. Ella no era ninguna tonta como para montar a caballo con un extraño. Menos aún en un país que no conocía. “No voy lejos. Fox Grove esta al doblar la esquina. Puedo llegar”, dijo Carstine.

“Tonterías”, insistió el, entonces la miró a los ojos con una sonrisa de seguridad en si mismo. “Blake Fox, Conde de Edgemore a su servicio”. El hizo una reverencia. “Usted debe de ser la nueva criada de la señora Minerva.

Carstine le miró entrecerrando los ojos. El hombre se parecía increíblemente a la señora Minerva. Su tez era más clara, pero la forma de almendra de sus ojos y las altas mejillas eran exactamente iguales. Ella se aclaro la garganta. “Es un placer conocerle, señor, aunque me temo que usted se confunde”

“Tonterías”, el agitó la mano. “Mi hermana me arrancaría la piel si dejara a su criada en la nieve, encima herida. Venga”, el le ofreció la mano extendiéndola.

ВїCriada? La palabra se repetГ­a en su mente como el eco, Carstine volviГі a entrecerrar los ojos. ВїQuГ© era lo que a el le hacia pensar que ella era una criada? Ella mirГі su falda mojada y sus zapatos embarrados. Ella podrГ­a ir un poco desastrada, pero no era un criada.

“No sea cabezota”, el señor Edgemore agitó los dedos de su mano impacientemente. “Venga, le ayudare a subir al caballo.”

“No” dijo ella con marcado acento escocés. Carstine sacudió la cabeza. “No cabalgaré con usted”.

“Por supuesto que lo hará”. Usted trabaja para mi hermana y por lo tanto es responsabilidad mía”.

El mirГі mГЎs de cerca, la brisa mecГ­a los mechones dorados que le caГ­an casi hasta los hombros.

“Se que los escoceses estáis acostumbrados al frío, peros se congelara si sigue aquí por más tiempo.” El la cogió por el brazo y la puso en pie sujetándola. “No sea cabezota”.

Las mejillas de Carstine se pusieron rojas de rabia. Se apartó e hizo un esfuerzo para ponerse en pie. “Ya le he dicho que no es nada. Su ayuda no es requerida.”

El la habГ­a insultado y ella no pudo evitar enfadarse. ВїY que tenГ­a que ver el ser escocesa? ВїAcaso pensaba el que era mejor que ella por su herencia? ВїEra por eso por el que el inmediatamente pensГі que era una sirviente?

Carstine tenГ­a en la punta de la lengua el decirle lo equivocado que estaba. Sin embargo, el pensar en ver como su suficiencia se desmoronarГ­a cuando ellos fueran debidamente presentados resultГі demasiado tentador y se tragГі sus palabras.

El se merecГ­a una lecciГіn y pasar vergГјenza, que era lo que le iba a pasar. MГЎs aГєn, ella disfrutarГ­a a cada momento con su sufrimiento. Una sonrisa se le dibujГі en los labios al imaginarse que eso sin duda superarГ­a al guapito de cara este.

Ella era una chica muy mala.

Carstine chilló cuando el conde la ayudó a ponerse en pie y la puso sobre la montura. Le miro, levantando la barbilla desafiante. “No voy a montar con usted”. Ella empezó a bajarse de los lomos del caballo, deslizándose hasta el filo de la montura. “No puede obligarme”.

Lord Edgemore alcanzó a cogerla por la muñeca, agarrándola por la cintura y colocándola en su lugar. “Me atrevería a decir que no entiendo cual es su objeción. Ni mi importa. Pero no la dejaré congelarse aquí, ni permitiré que se lesione más ese tobillo por continuar andando.” El miro su bota. “Ira a caballo”.

“No- “

“Es una orden. El la aupó más firmemente en la montura. “Y se lo advierto; No permitiré ninguna discusión más sobre el asunto”.

Carstine dejó escapar u suspiro de irritación. “Entonces yo guiarle al caballo”, ella señaló a las riendas. “Mientras usted camina”

Ella estaba henchida de satisfacciГіn cuando Lord Edgemore cogiГі las riendas y empezГі a guiar al caballo hacia Fox Grove Hall. Este caballero arrogante y presumido podrГ­a haberla insultado, pero al menos ella se habГ­a aprovechado de el. El saber lo que aГєn quedaba por venir le hacia mejorar enormemente su estado de animo.

Carstine volviГі si atenciГіn hacia el campo mientras se relajaba en la montura. Ella pronto se tomarГ­a cumplida venganza.




CAPГЌTULO 2


Blake Fox, cuarto conde de Edgemore, guio a su caballo de nombre Cruzado y a su enfadada carga por la carretera hasta Fox Grove Hall. El tenГ­a la intenciГіn de llevar a la batalladora, si no guapa mujer hasta la puerta de la sirviente, y despuГ©s retirarse a su salГіn de billar para tomarse un bien merecido brandy.

Estaba calado hasta los huesos. Sin duda la mujer tambiГ©n estaba sufriendo. Blake no pudo evitar preguntarse si a ella tambiГ©n le gustarГ­a el brandi. Si dejaba de estar tan enfadada con el, la invitarГ­a a tomar una copa.

El se atreviГі a lanzar una mirada a la jinete de Cruzado. Ella se sentaba en lo mГЎs alto de la montura, con los brazos cruzados sobre sus amplios pechos y la cabeza recta. SegГєn su apariencia, ella soportaba el aire helado mejor que lo hacГ­a el. ВїQuizГЎs era su enfado lo que la mantenГ­a caliente?

El había oído que la escocesas estaban hechas de otra pasta, aunque nunca se había creído los chismes. No cuando los escoceses que el había conocido no se diferenciaban tanto de sus compatriotas ingleses, pero esta mujer…

Ella era todo fuego y azufre bajo una bonita figura y ojos cautivadores.

La corona de pelo castaГ±o oscuro creaba el efecto de una aureola en lo alto de su cabeza del diablo, mientras su cara con forma de corazГіn era igualmente engaГ±osa.

El querГ­a que fuese suya.

El descubriГі le dejГі boquiabierto y volviГі de nuevo su atenciГіn hacia la carretera. Pero entonces ВїPor quГ© no tendrГ­a el querer a la muchacha? Era sorprendente y una autentica fiera. Sin duda, la mocosa debГ­a de ser muy buena en la cama.

Siempre, por supuesto que la pudiera hacer cambiar su opiniГіn sobre el.

Quitarle el deseo de colgarle y tambiГ©n sus faldas.

Blake se giró para mirarla. “¿Cómo se llama?”

Ella sonrió maliciosamente como si guardara un secreto, y entonces dijo. “Señorita Carstine Greer”.

“Oh, que bonito nombre para mujer igualmente bonita”.

Ella levantГі la barbilla un poco mГЎs, sus brillantes ojos verdes estaban llenos de indignaciГіn.

A pesar de su aparente disgusto por sus halagos, una pequeГ±a sonrisa dio curvГі sus labios.

Blake no puedo evitar tomarle el pelo. “Parece que no esta usted acostumbrada a los halagos. Ciertamente es una lastima.”

“Todo lo contrario, milord. He tenido que sufrir de más floridas alabanzas de las que cualquier dama debería soportar.” Carstine le aguantó la mirada, fijamente, pero no totalmente de manera hostil.

En ese momento, el se decidiГі. La insolente Carstine estarГ­a en su cama para navidad. Ella le suplicarГ­a por sus halagos y se morirГ­a de deseo por sus besos. Ella serГ­a suya, y ciertamente, esta serГ­a una feliz navidad.

Por lo menos una ampliamente placentera.

“¡Dios mío!” ¿Qué ha pasado Carstine?”

Blake se quedГі parado al oГ­r el agudo sonido de su la voz de su hermana Minerva. El se girГі ligeramente para verla correr hacia ellos.

“¿Por qué vas montada en el caballo de Blake? ¿estas herida?” Gritaba Minerva mientras corría hacia ellos, con sus rizos castaños agitándose con cada zancada.

“Resbalé sobre el hielo y me he torcido el tobillo. Un esguince. “No es nada Dinna tranquila.” Contestó Carstine.

Blake se giró hacia un criado que había seguido a Minerva desde la casa y dijo, “Ayude a la mujer a bajar. Llévela al piso de abajo y cuide de que este bien atendida.”

“¡Al piso de abajo! Gritó Minerva de indignación. ¿Por qué la has mandado ahí? Minerva miró al criado. “El señor se ha equivocado. Por favor, lleva a Minerva a la habitación de invitados y asegúrese de que Madre este informada.”

“¿Habitación de invitados?, Blake levantó una ceja pidiendo explicaciones.”

“Si, su habitación de invitados. Carstine es la invitada de Madre. Su pupila, de hecho.” Minerva entrecerró los ojos al mirarle. ¿Quién creías que era ella?

“Piensa que soy su sirvienta, milady”

“¿Mi sirvienta? Minerva le pegó un manotazo en el brazo. “Serás idiota. ¿No se pensaste en preguntarle quien era?”

La mirada de Blake cambiaba entre Minerva y Carstine. ВїLa pupila de Madre? ВїPor quГ© diantres ella no me lo ha dicho? ВїY por que iba vestida como la mujer de un pescadero?

El calor le empezó a subirle por la barbilla. Una mezcla de rabia al ser engañado y vergüenza por su error recorrieron su cuerpo. El dio un suspiro mientras volvía su atención hacia Minerva. “Estaba más preocupado por su herida que por su identidad”, confesó Blake.

“Todo lo contrario”, dijo Carstine mientras el sirviente la llevaba hacia las escaleras. “Fue demasiado prepotente para preocuparse. Intenté contárselo, pero no me hacía caso.”

“¡Blake!” Minerva le miró con el ceño fruncido.

Ella mirГі con expresiГіn dubitativa. Ella le habГ­a ganado eso estaba claro. Le habГ­a hecho quedar como un idiota y parecГ­a bastante satisfecha por ello. El estaba seguro de que esa mirada petulante desaparecerГ­a cuando la tuviera en su cama.

“¡Esto era la guerra!”

Minerva le pegГі un codazo devolviГ©ndole a la realidad.

“Discúlpate”, le pidió Minerva.

“Muy bien” Blake se giró hacia Carstine y en tres grandes zancadas, llegó hasta donde ella se encontraba. Más que hablar, el cogió de brazos del criado. Ella inmediatamente puso rígida en sus brazos, pero no quiso hacer un escandalo. “Le pido disculpas por mi error. Déjeme compensarla llevándole a sus aposentos.”. Dijo el en un tono frío y plano.

“Eso no es correcto en absoluto”, gritó Minerva desde detrás suya, pero Blake la ignoró mientras llevaba su carga hacia dentro de la casa solariega.

El sabГ­a que estaba siendo incivilizado, pero en ese momento no le importaba. El arreglarГ­a las cosas despuГ©s con Minerva. Ahora mismo el tenГ­a una teorГ­a que probar.

Carstine tenГ­a que reconocer que el no era un hombre que ella debiera menospreciar. El era el seГ±or de la casa.

Blake subГ­a las escaleras de dos en dos, manteniendo firme su agarre en Carstine. El exuberante tacto de su cuerpo entre sus brazos creaba el caos en sus sentidos. Su pulso se incrementaba mientras el deseo le poseГ­a amenazando con vencer su buen sentido.

Por su parte de ella su descaro seguГ­a inalterado. Su mirada frГ­a y cuerpo inerte excepto por el zarandeo causado por el movimiento. Esto solo servГ­a para ponerle mГЎs de los nervios. El caminaba por el rellano, su mirada volaba entra las puertas que se alineaban a ambos lados del pasillo. ВїQuГ© habitaciГіn? El preguntГі entre dientes.

“La tercera por la derecha”, contestó Carstine como si no hubiese nada extraño en la situación. Blake se dirigió precipitadamente hacia la habitación que ella le había indicado, entonces la empujó con la cintura antes de entrar. El se dirigió a la gran cama de doseles. Una vez allí. Una vez allí, el se tomó un momento para acercar la boca a su oreja y susurrar, “Esto no se ha acabado aún, preciosa”.

Antes de que ella pudiera reaccionar la depositГі en la cama si fuera un bulto y se dio la vuelta para marcharse.

Como una pequeña y enfadada sombra, Minerva esta detrás suya le cogió por el brazo con la mano y tiró de el. “Tenemos que hablar”.

Blake permitiГі a su hermana sacarle de la habitaciГіn, pero una vez que ellos salieron al rellano el retomГі el control, llevГЎndola hacia la habitaciГіn de jugar al billar.

El la dejarГ­a hablar todo lo que ella quisiera. El nunca le negaba nada a Minerva- nunca habГ­a podido. Pero mientras ella le llenaba la cabeza con su chГЎchara, le se llenarГ­a el gaznate de buen brandi.

Cuando llegaron a la habitación de billar, Blake sujetó la puerta para que Minerva pudiera entrar. “Se buena y sírveme una copa de Brandi, antes de que me marees la cabeza.” Dijo el mientras se dejaba caer al sofá mas cercano al hogar.

Minerva agitó la mano. “No tengo ninguna intención de marearte la cabeza hoy”. Minerva caminaba hacia el aparador de madera macizo. “No a mi hermano favorito”.

“Soy tu único hermano”. Contestó Blake arrastrando las palabras.

“Por eso no es extraño que seas mi favorito”. Ella cogió un decantador de cristal y echó una cantidad del licor ámbar en un vaso de cristal.

Blake no puedo evitar sonreГ­r. Minerva sabГ­a como hacerle reГ­r, aunque fuera la ultima cosa en el mundo que a el le apeteciera hacer.

Ella cruzГі la habitaciГіn y le entregГі el vaso de cristal antes de sentarse a su lado.

El tomó un largo trago disfrutando de la manera en la que el brandi le quemaba por dentro, entonces volvió su atención hacia ella. “Si no quieres chillarme, ¿entonces de que quieres hablar conmigo?

“Carstine, por supuesto.” Minerva sonrió con dulzura.

Blake suspiró. “En efecto”. Dijo el antes de levantar el vaso de cristal hasta sus labios. El se temía que un vaso no sería suficiente para satisfacerle.

“Parece que vosotros dos habéis empezado con mal pie”. Dijo ella.

“Por decirlo de manera suave”. Blake agitó el licor en su vaso.

“Quiero que le des una oportunidad. Demuéstrale que lo sientes de verdad y se amable con ella. ME complacería que os llevarais bien.” Dijo Minerva con ojos implorantes.

“¿Y como piensas que voy a conseguir eso? Le preguntó Blake antes de tomar otro largo trago.

Minerva inclinГі la cabeza hacia un lado pensativa.

Blake se preparГі para lo que pudiera venir. Si el conocГ­a a su hermana, y el estaba seguro de hacerlo, ella idearГ­a un plan de rechupete.

Uno que le no tendría más hacer que seguir si es que deseaba escapar a su ira. Ella sonrió y le rodeó el brazo con las manos. “Ya lo tengo”.

“Oh ¿Sí?, Blake fingió un falso entusiasmo, entonces se llevó el vaso de brandi de nuevo a los labios. Sin duda sería algún tipo de embuste.

“La vas a invitar a salir”

“¿Lo haré?” Blake arqueó una ceja.

Minerva sonrió de oreja a oreja. “Lo harás. ¿Un paseo en trineo quizás? Su mirada se volvió especulativa durante unos instantes, y entonces sonrió. “Si. Un paseo en trineo será una manera perfecta de que os conozcáis el uno al otro”.

Blake tamborileó los dedos en el brazo del sofá. “¿Perfecto?” Eso es algo totalmente disparatado, es lo que el quería decir, pero no quiso llegar tan lejos para no enfadar a su hermana.

“Si, perfecto”, repitió Minerva. “Es una manera respetable de que estéis a solas. Eso te permitirá volver a disculparte de nuevo y mostrarle el caballero tan delicioso que puedes ser.”

Minerva sonrió. Esta vez el jubilo alcanzó a sus ojos azules color cielo. “Ella es una muchacha esplendida. Si le das una oportunidad, lo veras. Carstine es imposible no gustarle a alguien.”

Blake se terminó el vaso antes de volver sui atención hacia Minerva. “Me temo que la suerte esta echada en este caso.”

“Tonterías hermano”, ella se deslizó en el sofá para acercarse más a el. “Hazlo por mi. Por mamá también. Ella no desea que no te guste su invitada. A ella le encanta Carstine, ya sabes.”

“Vaya, si que debe de gustarle. No tenía ni idea.” El respondió arrastrando las palabras.

“Bueno pues si. Resulta que Carstine es la hija de su querida amiga, la señora Leticia Greer. Seguramente recordaras a Madre hablar sobre ella.”

Blake se quedó pensando, pero no pudo acordarse de ese nombre. “Me temo que no”.

Minerva cogió su vaso y fue hacia el armario. “Eran amigas de la escuela. Leticia es inglesa, pero se casó con un terrateniente escocés. Ella y Madre han estado en seguido en contacto todos estos años a pesar de las millas y millas que las separan.” Minerva rotó su muñeca apretándose la mano. “Cuando Leticia escribió a Madre compartiendo su deseo que Carstine pasara una temporada en Londres, Madre apenas pudo evitar a ofrecerse a encargarse de la chica.”

“Típico de Madre”. Blake aceptó el vaso, entonces recorrió con su dedo el filo del vaso de cristal mientras pensaba en lo que Minerva le había dicho. Carstine era una muchacha escocesa de sangre inglesa y la hija de la mejor amiga de su madre. El suspiró. Por mucho que le fastidiara, el tendría que intentar arreglar su relación con ella.

“De hecho a Madre siempre le ha gustado este tipo de cosas, ¿ves por que os deberíais de llevar bien?”

Blake aguanto la mano en el aire con resignación. “Has ganado, querida. No hay necesidad de continuar con esto”.

“¿Entonces la invitaras a dar un paseo en trineo?”

“Tan pronto como se haya curado”, acordó Blake, entonces tomó otro largo trago de su brandi.

Llevarse a la cama a la fiera muchacha esta totalmente fuera de todo cuestiГіn. El tendrГ­a que encontrar una manera mГЎs civilizada de arreglar cuentas con ella. El se llevГі el vaso a los labios.

No, el tendrГ­a que olvidarse de su venganza.

Tomando otro largo trago, no pudo evitar si no pensar que su anterior predicciГіn habГ­a sido errГіnea. Estas no serГ­an unas felices navidades, ni de lejos. SerГ­an sin duda, unas irritantes, de hecho. Las mujeres de la casa se encargarГ­an de ello tan cierto como que caerГ­a nieve.

“¿Blake?”

“¿Te encuentras bien?”

“Por supuesto”, el agitó la mano mientras se recostaba en el sofá. “Se bueno y ves a anunciarle la invitación.”

Minerva resplandecía de alegría. “Y con placer”.




CAPГЌTULO 3


El corazГіn de Blake se saltГі un latido cuando Carstine apareciГі en el porche. El antes ya pensaba que era una belleza, pero ahora vestida como una verdadera dama y sin un solo pelo despeinado ella estaba cautivadora.

Su mirada recorriГі la capucha forrada de piel de su capa color zafiro que le llegaba hasta los pies, sin perderse ni una sola curva o detalle. Sus ojos centelleaban, tenГ­a los labios rosados y regordetes y tenГ­a sonrojadas las mejillas, seguramente debido al aire frГ­o.




Конец ознакомительного фрагмента.


Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/amanda-siemen/el-conde-de-earlmore/) на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.



Если текст книги отсутствует, перейдите по ссылке

Возможные причины отсутствия книги:
1. Книга снята с продаж по просьбе правообладателя
2. Книга ещё не поступила в продажу и пока недоступна для чтения

Навигация